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lunes, 15 de abril de 2024

Incendio

El País de la Piel de Toro




El incendio 




 Madrid 11/3/2024, 

    1.316 palabras


Este jueves veintidós de Febrero me salto en el móvil un aviso incontrolado, un edificio de Valencia, ardía sin control, eso sería sobre la dieciocho horas o antes, en últimas noticias en Google. Pensé que no sería para tanto pues ya había dotaciones de bomberos en el lugar. 


Hasta que no llegue a casa antes de las veintiuna horas y encendí la televisión, buscando los informativos, y no daba crédito  las imagen de grandes lenguas de fuego, se pasaban de piso a piso devorando y convirtiendo a cenizas lo que unas horas antes eran confortables hogares como si fuese la lava del volcán de la Palma, arrastrando el dolor que dejó su estela por aquellos que lo perdieron todos en tan solo unas pocas hora, incluso la muerte de algunos de sus vecinos de aquella maldita residencia. 


Me recordó a otro colosal edificio en Madrid devorado también por las llamas feroces de aquel invierno  12 de Febrero de 2005. Mi imaginación no dejó de fabular conjuras de un complot. Pero a quién beneficiaba el de Valencia?.


 !El del Windsor! lo podía entender pues eras empresa, oficinas que traman cualquier artimañas o chantajes a otras personas. Lo único que sé, es que los fuegos intencionados, como se hacen en los campos, el, o los delincuentes, esperan los días con más vientos posible, para acelerar el combustible y que sea lo más difícil de apagar, con la destrucción  de cualquier prueba de su intención. 


Cómo pude observar en 1985 en un lugar de la mancha, donde pasamos unos días de primavera, que mis cuñados aprovecharon para quemar una zarza dejando el encargo a mí, pero a los diez minutos empezó un viento huracanado, acelerando rápidamente  la combustión del rastrojo en minutos pasando a otros pastos adyacentes tuve que pedir ayuda, hasta que sofocamos el fuego ante las amonestaciones de las personas por no hacerme con la fogata. 


Así que aprendí la lección de que en la naturaleza, fuego y aire jamás son compatibles. Semanas después de aquel incidente, salíamos por la puerta de la empresa hacia la calle, al cierre de la fábrica, nos quedamos unos minutos en la acera comentando algún traspiés laboral, cuando el viento o el aire nos llevó a nuestras narices un olor a quemado, las miradas se fueron al tercer piso de nuestra empresa, un pequeño humo grisáceo salía por el ventanuco del hueco  de la escalera, todos subimos escalera arriba y mi compañero  agarró el extintor y lo vacío en el descansillo donde se originó la humareda, momentos después los bomberos bajaron como subieron acordándose del señor que utilizó el matafuegos, diciendo que se hubiese apagado con medio cubo de agua. Así que aprendimos que no se debe usar los extintores si no hay llama o fuego real. Al día siguiente limpiamos el descansillo del tercer piso,  no sabíamos, quién?, acúmulos algunas tablas de madera, junto con algunos y vacíos botes de pintura seca y dentro de uno de ello, se encontró una colilla, de algún desalmado que salió a fumar al pasillo, sin comprobar y verificar el apagado del cigarrillo.


Al día siguiente los medios de comunicación alzaban de héroe el valiente conserje del edificio, avisando a sus inquilinos ante el fuego desalojaron el edificio por incendio


Muy buena intención y rápida actuación, que no dejaron de hablar los medios y del grupo de Telegram que pertenezco de charlas de Porteros y  conserjes de Madrid.


Acordándome del verano del año 2014, cuando entre a trabajar en una empresa de servicios y consejerías después de haberme quedado en paro con cincuenta años, en otro gremio distintos  a este, recuerdo al contable, de la empresa repetirme varía veces, que no hiciese distinción en el empleo, que cogiese cualquier ocupación puesto de trabajo u  oficio.


Y así lo hice a los seis meses ya estaba trabajando de suplente hasta que me ofrecieron en la calle Abtao, el puesto de conserje titular, contratando una  nueva empresa para sus servicios.


A los dos meses un corte de agua para la finca por un piso en reforma, tuve  que avisar inmediatamente casa por casa, a través del telefonillo, la centralita vino tres años después, recuerdo que estuve cerca de una hora dando avisos.

Hasta que me hice con todos los números de teléfonos de la vecindad,  que 98% incorporaba la aplicación WhatsApp. Así que en el siguiente corte de suministro de agua, calefacción o de otra incidencia, los avisa por este medio. Creé un grupo de vecinos para ese menester y explicando el porque se hizo, respondiendo les el motivo en el primer comunicado. 


El edificio tiene  dos  puerta de acceso, en un amplio hall, distribuido por varios vestíbulos, izquierda, derecha y centro, por donde se accede a las tres torres con sus seis ascensores, dos plantas de garaje, y cuarto se calderas, en la planta primera varias empresas  oficinas, y en el exterior seis locales de negocio.   Les dije que me tomaba la libertad de crear este grupo con el fin de avisarles de algún peligro o incidencia que nos afecten a la convivencia de la comunidad, antes claro avisando al 112, como por ejemplo un posible fuego en alguna vivienda, me sería más rápido enviar un WhatsApp al grupo, ya que la mayoría de ustedes tiene este servicio, y es un uso rápido, que ir escalera subir las siete plantas, volver a subir otra escalera y otra avisando del fuego, !ojalá que no ocurriera!, pero por eso se crea.


Y mis nuevos jefes lo aceptaron e incluso ellos siguen usándolo, cuando algún vehículo, sí, el conductor se le olvida de apagar las luces, el canal hace su función, yo tuve que mediar unos días después que no se diera las gracias, pues eran ochenta WhatsApp sonando con las indulgencias. 


A mí empresa no le gustó que yo creará ese vínculo con los vecinos, pero le expuse el cometido del grupo, así que  me obligaron a que le diera de alta del grupo a mi jefa, unos  meses después ella también lo utilizaban para pelotas a los vecinos.


Al dejar la comunidad de la calle Abtao, la empresa me exigió e impulsó el forzar de mi  salida del grupo de WhatsApp, ya que yo era el administrador y trasladando  ese cargo al encargado de la empresa de servicios.


Años después algunos vecinos se pusieron en contacto conmigo para que diera de entrada al grupo a otros vecinos, llamé a mi antigua supervisora para que dieran el alta.

Pero ellos me dijeron que se borraron hace unos años del grupo, transmitiendo a los nuevos residente la conversación entre ella y yo, alegando que otros vecinos lo podían  confeccionar  ellos mismo directamente, pero no debió de ser así, cuando el verano pasado recibí otra llamada de otro morador dirigente y cabecilla de la finca recién jubilado ya, interesando por dar de alta en el grupo de WhatsApp en la comunidad a otros miembros, explicando y razonando que lo mejor sería, que ellos crearán otro grupo con los mismos vecinos y otros nuevos. Ya que el que yo  cree  en su debido tiempo, al borrarse el administrador  es casi imposible darse de alta otra vez. Así que seis años después de trabajar en la finca urbana de la calle Abtao, sigo manteniendo relación con estos residentes, que fueron más que jefes, personas extraordinarias que por la edad avanzada algunos ya se retiraron a otra morada, cruzando el mítico  río Aqueronte hacia  laguna Estigia, guardando en mi corazón un recuerdo favorable hacia ellos. 


 Antes de ayer coincido con Miguel, conserje de la finca colindante, después de hablar y saludarnos, me comentó que después de irme por esa finca pasaron unos cinco conserjes, y este último ya está durando demasiado. Reímos y me despedí de él, esperando que ningún  incidente nos ponga a prueba como a Julián el conserje de Valencia un pequeño héroe, que seguro no le darán ninguna medalla ni nada parecido dejando el olvido de su hazaña de Ángel de la Guarda en su empleo fantasma.


Enrique Manuel Hidalgo para El País de la Piel de Toro.



lunes, 1 de abril de 2024

El donante





 Hortaleza 14/1/2022


 Madrid 24/2/2023 


 El donante, 2.536 palabras.


Un correo electrónico del pasado martes catorce de febrero del centro de transfusión de sangre, me indicaron que las reserva del preciado plasma estaban agotadas y me invitaban con el gesto solidario acercarme a cualquier unidad móvil o en la centrales de hospitales para seguir contribuyendo con mi generosidad volvieron  dar la gracias de la esplendidez altruismo que gozamos con este gestó fraternal coligado mutuo de personas excepcionales como ustedes.


Aproveche el correo volví a reenviar a su destinatario para pedirle un nuevo carnet, que se supone me lo pidieron el año anterior por estar los espacios reservados a la información de las extracciones anteriores saturado y ocupado con varios caracteres escritos por los profesionales.


Al día siguiente al repasar el correo ordinario, abriendo el buzón, dentro de él, se encontraba un carta remitida por la central de transfusión, en su interior  se encontraba mi nuevo carnet, con mis datos en el anverso y disponibilidad en el reverso en forma de tabla cuadriculada a la espera de introducir más apuntes.


El día dieciséis por correo electrónico vuelvo a recibir otro mensaje del centro de transfusión invitándome a pasar por cualquier dependencia oficiales de donante de sangre.


!Joder!  Exclamé !sí que urgente! y no deben tener ni gota de sangre, para insistir tanto y tirar de mí.


Respondí al correo  que me acercaría a la puerta del Sol en el día siguiente, allí se encuentra siempre una unidad de donante de sangre.


Ya que en la del barrio vino el mes pasado, y no pude ese día.


Así que este viernes diecisiete a las 14,00 después de mi salida del trabajo tomé rumbo a Sol en el Metropolitano. 


Al salir a superficie en la plaza me la encontré con el acceso restringido por obras en la explanada y sin rastro del autobús de la Cruz Roja.


Me fui desilusionado volviendo en el transporte subterráneo hacía mis dependencias laborales.


Mientras estaba en el vagón decidí ir el próximo lunes veinte, hasta Cuatro Caminos para el hospital de la Cruz Roja, en la calle Reina Victoria.


Cómo fui  hace  unos cincuenta años antes de la mano de mi madre,  la acompañaba en mi niñez, con  seis o siete años cumplidos, con dirección Cuatro Camino,  ella me dejaba en el largo pasillo frente a la sala de extracción, hasta que salía mi mamá.


Años después mi madre dejó de ir, o eso creía,  yo me fui haciendo cada vez más mayor, y perdí las imágenes del sacrificio de mi mamá en las siniestra dependencias hospitalarias de aquella época.


Mi primera vez que done sangre fue en 1983 o el 84, era un verano caluroso, había quedado con mi amigo Paco  esa tarde me recogería a lado del ayuntamiento en  la avenida de la Albufera,42 él, se  pasaría a recogerme sobre las 20,30 pm. 


Como yo trabajaba en una calle anterior, "lomas de Horcajo" detrás del  consistorio llegué en cinco minutos, eran las 19,05, frente  a su puerta se encontraba un autobús de la cruz roja de donante de sangre.


Me pregunte que haría durante más de una hora sentado en el banco viendo el colorido bus.


Así que entre supongo que me harían las mismas preguntas que hoy hacen en el formulario médico y después me recostaron en un cómodo sillón inyectaron una aguja con un conducto de goma transparente por donde circulaba el líquido rojo, como resultado de mi flujo que desembocaba en una rectangular y mediana bolsa de plástico o goma traslúcida. 


Dejé de mirarla, pues me estaba mareando de  ver mi plasma, al poco tiempo me dijeron la enfermera que dejara de abrir y cerrar el puño, finalizando la función del bombeo de la linfa al depósito. 


Sacaron la aguja sin dolor me dijeron que estuvieses algunos minutos en esa postura, después me pasaron hacia la parte trasera del autocar me senté en un sillón y me dieron un bocadillo y una Coca Cola.


Ese fue la primera vez que done sangre, unos años después, conocí a una chica que también era donante pidiéndome que le acompañará el próximo domingo al Palacio de los deportes, el actual ( WiZink Center) era un homenaje que la Cruz Roja daban a los donantes de sangre de toda España  con honores y actuaciones de humoristas  de reconocimientos. Las personas  que pasaron el cupo de donación, les entregaron algún premio.


Estaba lleno, jamás pensé que en esas instalaciones cupiese miles de personas, altruistas; por otras circunstancias fui perdiendo el contacto con ella, quería meterme en ese mundillo.


Luego en los años noventa la empresa contrató más personal,  en su planes mi jefe tenía pensado en crear una cadena de Ópticas, llamada Family Optic


Mientras que un local se habilitaba en condiciones óptimas para el cometido negocio ocular. Pilar, la optometrista pasó más tiempo con nosotros en el almacén.


En unas de esas conversaciones nos comunicó que su sobrina de diez  años padecía leucemia y que estaban buscando personas de O + para que donarán plaquetas para la niña.


Nos ofrecimos unos cuantos, y fuimos dos los que pudimos realizar su misión, otros compañeros se desmayaban al estar tanto tiempo enchufado a una máquina.


Pasarían varios años sin pisar una dependencia sanitaria, recuerdo que en los medios de comunicación se hacía hueco una nueva instalación de transfusión de sangre sería la coordinadora de facilitar la donación en la comunidad de Madrid.


Su sede estaba en el nuevo barrio de Valdebernardo. Más cerca de mi domicilio actual, no me llevaría tanto tiempo en ir y venir a mi casa.


Pues antes me acercaba al hospital niño Jesús y echaba toda la tarde con el transporte público.


Así que una mañana cogí el coche y me fui a las puerta del barrio de  Vicálvaro, aprovechando el nuevo horario implantado en el almacén, entrando a la diez y media de la mañana, me daría tiempo suficiente para llegar al trabajo.


Por eso no dije nada el día anterior ante la  dirección,  al día siguiente estaba a las ocho y media dentro de las dependencias del centro de Transfusión de.   Valdebernardo en la comunidad de Madrid.


Después de rellenar el formulario obligatorio me pasaron a una gran sala espaciosa y con varios sillones camillas, algunas ocupadas con tres personas, que deduje que estaban donando plaquetas en sangre.


La imagen y las máquinas me fueron familiares cuando fui al  hospital doce de octubre al intentar solucionar el problema que tenía la sobrina de mi compañera de trabajo.


Mientras me acomodaba en el sillón, la encargada me decía que se acababan de ir la televisión de antena tres y por eso estaban más atrasados en todo. 


Me comentó que hoy era un día relacionado con la donación de sangre.


En ese momento apareció por la puerta una chica micrófono en mano, que ponía TVE acompañado de otro caballero portando al hombro una enorme cámara de Vídeo.


La enfermera que me atendía se disculpó y fue hacia ellos, volviendo  en pocos minutos donde me encontraba tumbado.


Preguntándome si me podían grabar para un reportaje mientras se realizaba la donación, le dije que sí que no me importaba y se acercó la cámara y realizó su trabajo.


Cuando terminé la extracción me fui rápidamente al trabajo pues ya no iba a entrar a la hora establecida retrasando quince o veinte minutos.


Recuerdo que me echaron una bronca entre gritos y reproches ya que el responsable encargado pensó que me había pasado algo. ( Como si yo le importará a él).


Ya en el almacén mi compañero Luis, me dijo, que había metido la pata, quisiste hacer una obra de caridad y te llevaste el reproche de los jefes.


Dije que ya no volvería a pasar, no donaría  más  sangre, pensé "que se jodan lo que las necesiten" igual que me jodo yo con estos energúmenos de tíos, ojalá que esté tío, necesiten una transfusión y que estén agotada la sangre y se acuerde de esta regañina.


Y llegó la hora de salir de la empresa al  medio día. puse la televisión en la primera cadena eran las tres de la tarde, en las noticias, mi imagen no salió en antena, "puedes que salga en algún noticiero, me dijo la enfermera". recordando que saldría en el telediario, eso la dijeron los reporteros.


Pero no salió y espere a la nueve de la noche y tampoco. 

 

Al día siguiente llevé a mi hijo al cole como habitualmente hago desde que salió de la guardería.


Una vez dejamos los niños en puertas adentro, José el padre de Esther junto con otros papás me dijo que salí ayer en las televisión en las noticias de la región, a eso de las dos y media mientras que a mis espalda escuchaba un murmullo y un clara frase  de afirmación referente a la donación que realicé el día anterior: " Ese es  un actor " ojalá pensé y me despedí de José y sus compañeros y me fui con dirección para   la fábrica. 


Por la noche, en casa en la mesa comenté la anécdota televisiva del día anterior, mi suegra que pasaba unos días con nosotros, le preguntó a su hija que me pasaba, pues al estar sorda no se enteró muy bien.


Mi mujer  explicó a su madre, que a mí, me  sacaron sangre para las personas enfermas que lo necesitaban.


Y nos echamos a reír los dos, cuando la miramos su cara de rechazo con la siguiente coletilla y  en voz alta, "Eso es malísimoo".


Y no volví a donar hasta el año 2006, cuando a mi cuñado le ingresaron el La Paz, para operarse días después.


Mientras que los demás miembros de la familia estaban arropandole en la habitación, yo puse excusa y me ausente  del recinto por aforo.


Baje a la planta baja donde se encontraba la sección de donación de sangre del hospital, pensando  que le  haría falta a mi querido nuevo familiar en la grave operación quirúrgica sometido dos días después.


En ese mismo año enfrente de casa aparcaba una unidad móvil de  Donante.


Un día de ellos me acerqué y entré en ella sobre las ocho y media, hora que llegaba a casa, de una jornada diaria laboral.


Pasaron unos meses después hasta que vino la unidad móvil, me acerque a ella, pero no pude donar, porque el test me daba bajo en glóbulos rojos.


Yo lo achacaba a la falta de alimentos, pues llevaba más de siete horas sin ingerir alguno.


Estos siguieron pasando más a menudo al rechazarme  como donante dejé de acercarme al bus de la cruz roja.

 

En dos mil ocho, tuve que viajar a Badajoz al hospital de San Sebastián, a nuestra madre la intervienen quirúrgicamente,  a la media hora de entrar en quirófano.


Baje a la planta de extracción y donación de sangre del hospital.


Cuando terminé del cometido le dije a las enfermeras que esa sangre era para mi madre que la estaban operando en ese momento, y al ser el mismo grupo sanguíneo éramos compatibles.


Después de tomarme un desayuno me fui a la sala de espera del quirófano, en esto que salió un médico y me dijo que la operación salió bien y que no fue necesaria mi sangre, puesto que ya ellos tenían reservada la linfa necesaria para la intervención.


Creo que en dos mil diez o once lo intente otra vez en la unidad del barrio, me seguía dándome un poco baja la bilirrubina.


Así que ya no insistí más hasta que me cambié de trabajo llegando a Hortaleza,  una de esas mañana del año dos mil veintidós, salí del metro y en la acera de enfrente.


Entre árbol y árbol se encontraba una cinta roja y blanca atadas en ambos arbustos y en sus troncos dos señales de prohibición reposaban tras ellos, informando la  reserva de aparcamiento a la unidad Móvil de los donante de sangre.


En la fecha señalada a la hora señalada entre las 15 y 20  horas, a las tres  estaba en lugar esperando al autobús.


Como iba ya comido el test salió bien dentro de la normalidad y excelente presion arterial.


Hasta ese día veinticuatro de febrero de dos mil veinticuatro que me presente en la Avenida de Reina Victoria.


Ante el llamamiento que me hacían por correo electrónico, por la falta de sangre. 


Lo achaqué al terremoto de Turquía y Siria el pasado veinte de febrero, con miles de víctimas y que su gobierno pidió ayuda internacional muy urgente.


Y un año después de que conmemoraba la guerra de Rusia, Ucrania este veinticuatro de febrero otra efeméride que recordar, casi me volvieron a rechazar por tener demasiado bajo los glóbulos rojos.


Ya que estaba aquí quería donar, me hicieron varias pruebas, y me preguntaron si había comido.


Desde esta mañana que tomé una fruta no he vuelto a probar un bocado, dije una mentirijilla piadosa.


La doctora me dijo que saliera al vestíbulo y me sacaron de la máquina un Sándwich y una Coca-Cola, y que me tomara un tiempo.


Una vez terminado el pequeño almuerzo, entré en la sala y la doctora me preguntó si seguía queriendo donar. 


Si, claro para eso estoy aquí ya que estáis faltos de sangre, la auxiliar lo confirmó, "si estamos en escasez    de ella".


Cuando termine me dieron las gracias y me dijeron que pidiera  otra consumición antes de marcharme.


No espere y en el descuido de los auxiliares que estaban distraídos comentando el cambio de turno salí por la puerta. 


Por la noche en casa mi hijo me dijo en serio que me dejara de tanto donar sangre y más dinero trajera a casa.


Ojalá pudiera traerlo, ya que a mi edad no me contratan para un segundo trabajo y el horario que tengo, no creo que sea el más adecuado.


Pero tú eres joven y con una buena carrera que puedes aprovechar en el ámbito laboral y ganar bastante dinero para vivir mejor.


Y aparte cuando estuviste en la universidad y donaste sangre,  te entregaron este   imán con el mensaje " aquí vive un héroe".


Y yo he seguido tu ejemplo, lo de héroe, los dejamos para aquellas personas que salvan vidas humanas.


Nosotros por desgracia no somos, !solo que entregamos la materia prima!, una pequeña esencia de nuestra generosidad, le respondí.


Al día siguiente. Al salir del metro en el barrio de Hortaleza, en la acera de enfrente se encontraba prendida entre Árbol y Árbol una cinta roja y  blanca y en sus tronco la respectiva señales de prohibición que alertaban su presencia para el día tres de marzo de la unidad móvil  de Donante de Sangre.


"Vaya" dije en alto cuando lo vi, ! ya lo hubiese venido está semana pasada y me hubiese ahorrado tanto viajes y tiempo!  "Esclame".


Minutos después de acabar de redactar está experiencia, sonó en el teléfono móvil el familiarizado tono de advertencia de un nuevo mensaje.


Era de un desconocido número que al abrirlo dejaba de ver su remitente, era del centro de transfusión de sangre que me indicaba mi agradecimiento.


Desde el Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid queremos agradecer muy especialmente tu reciente donación de sangre, con ella tres personas han mejorado su salud.

Seguimos contando contigo.

Proximamente recibiras en tu domicilio el resultado de la analitica.

Un saludo.

Siguenos en twitter @Madridonasangre

Tlf. 900.30.35.30

No mas sms: solicite oposición en atencion.donante@salud.madrid.org

  


! Hasta la Próxima!



Enrique Manuel Hidalgo para El País de la Piel de Toro.












 




  











 








jueves, 1 de febrero de 2024

El décimo

El País de la Piel de Toro






   Madrid 22/12/2022


 Después de un año en paro, me salió un trabajo en una empresa de conserjería, me incorporé ese mismo día y me mandaron a una finca urbana cercana.  Las primeras navidades numerosos vecinos me dejaban regalos, como agradecimiento a sus necesidades comunitarias.  Uno de ellos me regaló un décimo, me gustó mucho este detalle, di por hecho que era bueno y no lo comprobé la fecha y lo guardé. El día 22/12, me di cuenta  que estaba caducado, me dolió mucho como este caballero juntos con sus amigos se pusieron de acuerdo en regalar décimos de sorteos pasados a sus empleados, el experimento fue servido hacia los más humildes.   Nadie protestó.



Enrique Manuel Hidalgo para El País del Toro.



lunes, 1 de enero de 2024

Al final lo cogí

El País de la Piel de Toro





Madrid 16/11/2022

  

Al final lo cogí.

Palabras 1.119




Mira que tuve precaución en no coger ese maldito virus del covid19. Me estuve librando durante dos años, teniendo todo tipo de precaución. No se quien me lo ha pegado, quizás en el transporte público, pues en el metropolitano vamos como sardinas en latas, desde que el gobierno rebajó el abono transporte desde septiembre 22, no está mal que antes me costaba 55 euros y ahora 25,  hasta el 1/1/2023,  y si se nota el gran número de viajeros tanto en bus como cercanías y metro. Y me parece una buena idea que el gobierno se haya decidido por esta genial planteamiento, como motivo del encarecimiento de los combustibles fósiles, pues últimamente el coche nos resultaba muy caro para usarlo en nuestro desplazamiento diario a las entradas de nuestros puestos de trabajo. Pero lo negativo es que el virus también viaja en el transporte público, pues los contagios suben mucho y al día de hoy 23 de noviembre tenemos en la comunidad de Madrid 2.951.49 personas infectadas y casi 20.000 fallecieron por la enfermedad.  Tal vez lo pude atrapar en el portal o ascensor de mi domicilio, que sería lo más probable en el trabajo todo los días los desinfecto con agua y lejía y Sanytol spray, pero en mi domicilio no tengo controlado a la gente como aquí, en esta comunidad, aunque nadie te va a decir que padece la enfermedad del virus, tan solo  hoy viernes día 25, el señor Manuel me comentó que su mujer está infectada y no sabe cómo lo agarró, días después el también cayó. Volviendo años atrás, mi hijo lo llevó a casa en verano 2020, por una imprudente compañera de trabajo que se quitó su mascarilla en el coche, al comer una galleta por encontrarse mareada y mi hijo se ofreció a llevarla al médico en su vehículo al médico, después iría a la universidad, en casa sobre las 20,30, se encontraba mal y la madre e hijo se presentaron en el ambulatorio, confirmando su positivo, al día siguiente su madre también fue contagiada, y estuvieron en el domicilio confinados y con unas fiebres altas y  dolores musculares, que no eran capaces de tenerse en pie, mareos, vómitos durante 20 o 30 días. Encerrados en distintas habitaciones, ellos  lo estaban pasando muy mal, yo decidí pasar el cautiverio en otra cámara.  Día a día el médico o el rastreador se comunicaban con ellos por teléfono. Mientras tanto yo me iba al trabajo y volvía por la noche, comunicándonos los tres por videollamada por la noche, algo patético, después de recuperarse mi hijo  salió un viernes con los amigos y volvió a cogerlo, también estuvo mal, la segunda vez. Así que el jueves 17 de noviembre, me empezó a doler la garganta, hice achaque de la corriente de aire que estaba sometido por la tarde por tener la puerta de la calle abierta, creo por la noche me tomé un Efferalgan efervescente,  un anagercico que me alivia cualquier dolencia pero no lo tomo con frecuencia por darme sueño. A media noche note mucho frío y de madrugada me desperté con la camiseta del pijama encharcada de sudor, pensé que hubiese subido algo de fiebre en la alborada. Desayuné  y me fui a trabajar y al mediodía del viernes empecé a tener mucho frío y mucho cansancio, deseando que llegara las 20,00 de la tarde para salir pitando para casa y acostarme. En casa le dije a mi mujer que me encontraba mal, me preparo la habitación azul y me hizo el test del covid19, automáticamente en el momento salió positivo en el virus. Así que me pase todo el fin de semana confinado aislado a base de analgésicos. El lunes me fui a la farmacia para pedir paracetamol, me dijeron que de un gramo tenía que ser con receta, así que pedimos cita a mi médico de cabecera por internet y me la dieron para el tres de diciembre a las 13,30 vía telefónica. Yo creo que para ese día ya estaré curado, pues este domingo veintisiete todavía daba positivo pero con menos virulencia. El lunes me levanto mejor, bueno lo único síntomas eran un simple dolor de garganta y un malestar general. Recuerdo que mi mujer me decía que cuando cogiera el virus me iba a enterar. Peor estuve a mediado de los noventa, cuando de repente en el trabajo me empezó a subir una alta fiebre y malestar general, hasta qué punto estaba malo, que el jefe mandó ese día para casa.  Ahí  sí que noté que algo raro como un virus extraño se agarró con fuerza a mis entrañas, desapareciendo al día siguiente de una noche y madrugada sudando por la alta temperatura. Así que me fui a trabajar este lunes 28 de noviembre, por la tarde apareció Javier, que la semana pasada tenía los mismos síntomas que yo, y al preguntar cómo se encontraba me dijo él seguía con la garganta, tuvieron que ir de urgencia el sábado pues su mujer se ahogaba y no podía respirar, hasta que le pusieron oxígeno y la mandaron a casa, pero me dijo que ya estaba mejor, diciéndome al momento que le dio pena la cantidad de niños pequeños y de pocos meses, llenaba las salas del hospital de urgencia al que fueron.  Al día siguiente me volví hacer la molesta prueba con ayuda de mi mujer introducir el palito por las nariz impregnando las mucosas nasales y mezclarla con la disolución correspondiente, vertiendo del pequeño envase dosificador unas gotitas en la plataforma del plástico que nos vendieron en la cercana farmacia del domicilio, espera unos quince minutos y el resultado fue negativo ya estaba curado. Días después a las pruebas las noticias  comunicaban el alto contagio por el virus. En lo internacional veíamos imagen de ciudadanos chinos en su país, protestan en la calle desobedeciendo a su estricto gobierno por la obligación de seguir confinados en sus casas por la norma de tener cero contagioso, esto es imposible acabar con esta enfermedad, creo que lo que pretende nuestros gobiernos democratico que todos nos contagiamos y de esta manera por mediación de las vacunas, el virus pierda su actividad destructiva y pasar como si fuese una simple gripe, pero desgraciadamente la gripe cada año sega muchas vidas también, a lo mejor sería proponer a nuestros científicos sanitarios y farmacéuticos, en buscar algún remedio para que nuestras células no envejezca tan deprisa en vez de buscar medicamentos para alargar la vida en la tercera edad, que es cuando estamos más desprotegidos por estas enfermedades víricas.




Enrique Manuel Hidalgo para el país de la piel de toro. 


viernes, 15 de diciembre de 2023

El observador

El País de la Piel de Toro



   Madrid 16/11/2022

       El observador

   

 889 palabras.

 5.010 caracteres.


Ya estoy terminando mi último libro, tan solo  quince páginas para saber el final de la novela. Tengo otro libro preparado a mano, de Gabriel García Márquez, el Coronel no tiene quien le escriba como título, creo que este documento me suena.   Acabó de llegar al trabajo. 


Empiezo hacer mis tareas laborales, en la vía pública al lado del contenedor del reciclaje de papel y cartón,  se encuentra una gran caja, no le doy importancia, hasta que  voy a tirar unos cartones de unos vecinos, me los dejaron en su puerta.


 La curiosidad me incita a abrir las solapas del recipiente, encuentro unos treinta libros de diferentes autores y títulos algunos no son tan viejos. En un principio pienso dejarlo en su sitio y me marcho. 


A los diez minutos vuelvo para recogerlos, cogeré algunos y otros se los daré a unas mujeres extranjeras, que están aprendiendo el idioma y son amantes del saber. Así que esta tarde cuando llegue se los entregaré. Me quedan diez minutos para mí descanso y retomar " La sexta Galería". 


En la segunda parte de mi horario laboral, por fin terminé el tomo.


 Así que cogí rápido el ejemplar de Gabriel García Márquez y salí corriendo al metro para irme a casa.


 Perdí el tren por un minuto que me costó en bajar por las largas escaleras hacia el andén, se cerraron las puertas, que rabia, me senté en unos de los bancos del andén a la espera del siguiente convoy, abrí la mochila, saqué mi breviario con la intención de empezar a leer, pero mi intuición me dijo que los buscara en la página web "tú qué leés"  donde subo mis recopilaciones y extractos de mis vademécum interpretados hasta el momento y  visualizar por la ficha que en su día fue leído, pues no fue la primera vez que otro documento se leyó dos veces, y de esta manera me evito de leerlos por segunda vez, aparte de escribir en la primera página del texto con lápiz la fecha leída, pero como este libro me lo regalaron la única manera de adivinar si lo tenía ya interpretado era metiéndome en la web. 


Y así fue como entré  en la ficha,  contaba cómo instruido y valorado en puntuación, le dí un seis en su momento.


 Que rabia pensé, mientras se acercaba el metro a la estación,   entré en el coche casi vacío y mirando fijamente la ventanilla, oscura a causa del túnel llegue a Nuevo Ministerio, donde el ferrocarril me llevaría a mí destino, me llamó mucho la atención la gran cantidad de persona a la espera del suburbano en el andén. 


 Ya dentro del vagón me dispuse a observar a los viajeros, ya que estaba de los nervios por no poder leer, me acordé de un hombre lector  hace unos años atrás en una entrevista dijo:  el leer libro era un sin fin, estás deseando terminar un ejemplar, para empezar otro. 


A mí me pasa eso, pues yo empecé tarde en leer, y no me llamaba  la atención por no tener tiempo y pensaba que sería aburrido y ahora a la vejez me acuerdo de mi padre, cuando me decía décadas atrás, que no me veía coger un libro, y que el saber no me ocuparía lugar.


 Paradoja de la vida, si me viera ahora, que recogí esta mañana unos cuantos de la basura y sin duda sí ocupa lugar, sobre todo en el comedor y en las habitaciones de las pequeñas moradas personales de gente cultas que se fueron ya a otras dimensiones.


 Así que tome asientos en el coche en el lateral izquierdo fila de tres escaños, tenía enfrente un compartimento de cuatro asientos ocupados por cuatro mujeres que no dejaban de entretenerse con los teléfonos móvil, a su lado los ocupantes los imitaban a mi derecha e izquierda las personas también estaban contemplando sus pantallas sin que las más de treinta personas existieran en el vagón, tan solo se escuchaba una conversación de dos chicas jóvenes enfrascada en resolver un problema de algebra.


 En Atocha subieron más gente que imitaban a los de allí presente, enfrascado en sus redes sociales, me hubiese gustado imitarlos, pero mis datos en internet son muy limitados y se me agotan demasiado pronto sin conectarme al wifi, el caballero que está de pie enfrente mío abre su mochila, creo que sacará su teléfono Móvil, pero no es así saca su manuscrito, es el único de más de cuarenta persona en el vagón que lee un libro. 


No es como los viajeros del Metropolitano donde viajó por la mañana que la mayoría si van leyendo algunos ejemplares y otros libros electrónico, en ambos transporte son ideales en estos menesteres, menos en los autobuses, aquí, si coinciden más conocidos y  dialogan personas a la vez en distintas conversaciones de diferentes lenguas ajenas al castellano autóctono. Antes de llegar a mi domicilio, no dejo de preguntarme lo aburrido y fatigoso que sería en  época pasadas,  la mayoría de la población estaban vetadas al conocimiento y el aprendizaje del saber leer y comprender cualquier tomó literario, periódico digital o adelanto tecnológico de internet antes las pesadas y voluminosas enciclopedia que eran el mayor pasatiempo en la búsqueda del placer de aprenderás más. 




Enrique Manuel Hidalgo para el Pai de la piel de toro



  

    


Narrativa presentada al Vll premio de escritura breve de diario Madrid. 

viernes, 1 de diciembre de 2023

Los delincuentes

El País de la Piel de Toro


Julio 2022 monumento a las víctimas terrorista de 1995 Puente de Vallecas.



Madrid 11 de diciembre de 2022.


Los delincuentes. 1789 palabra



Julio del 2022, llegó a casa después de una agotadora jornada laboral. Me encuentro en el salón madre e hijo, viendo un documental sobre la banda terrorista ETA. Ya tenían varios capítulos vistos, así que me senté y empecé a coger el hilo, me llamó la atención  de Felipe González, expresidente de Gobierno enorgullece al periodista que él hubiera podido acabar con toda la cúpula del terrorismo de ETA, que estaban todos reunido en un chalé y estaban los miembros de la fuerza del estado a esperar del presidente González la orden de acabar con la dirección y a si terminar con el sufrimiento de la población  a pie de calle pues estábamos hasta los cojones de estos delicuentes vascos, pues ya hacía más de ocho años que el General había muerto y no se comprendía que esa organización se creará a últimos de los años cincuenta para derrocar al dictador y su fascismo al gobernar el país, pero según pasaba el tiempo esos que se llamaban nacionalistas, que no es lo mismo que defender la nacion y alberzale, lo que querían la separación del país vasco del resto de España, defendida en el siglo XIX. En la sagradas escrituras, se hace mención a este ejemplo " No suscitara casa alguna ante la divisiones territoriales" que lo llevo a la práctica Lincoln. A principio fueron exterminados militares o guardia civiles, que se le  achacaban la culpa del sufrimiento vasco durante la guerra civil, luego siguieron con políticos  para terminar con la población más débil los niños y obreros que nada tenían que ver con su lucha desigual de asesinatos, y que lo único que pedían estos hombres y mujeres el seguir sobreviviendo día a día en este injusto mundo de hombres codiciosos de poder. Por eso no entendía ese afán de continuar esa guerra abierta que dejó en 1936 la destrucción de todo un país que se abría a la prosperidad igualitaria de la moderna Europa por eso no comprendía está minorías de delincuentes y asesinos que todo su afán eran otra vez la provocación del ejército y retroceder en el progreso como en otras dictaduras militares. Eso es lo que le reprocho al presidente no haber tenido las suficientes Agallas para permitir el aniquilamiento de esa organización del terror, y condenando a ser el cómplice de tanto sufrimiento. Yo no sería capaz de alardear como él lo hizo en esa entrevista,  luego pasó  hablar en la siguiente escena José María Aznar, que la organización terrorista le dio el ascenso al poder, de más de un millón de votos, gracias al atentado fallido con coche bomba, paradoja de la vida en vez de sacarle de poder al expresidente le metieron los malos en la Moncloa, diez y ocho años después otro terrorismo le saco del asiento de la Moncloa con la barbarie del 11 de marzo. Me pregunté si estos delincuentes tenían cuantiosos pringles económico y estaban infiltrados alguna mano negra en los poderes públicos, pues no lo entendía como no  acababan los gobiernos con esta lacra, la respuesta me vino al recordar las primeras elección democrática yo tenía catorce años y acompañe a mis ilusionados padre al colegio electoral, a la salida del centro nos encontramos con algunos amigos de la familia, comentando que ellos votaron también, pero estaban un poco enfadado con las votaciones, pues en la nueva constitución se abolía definitivamente la pena de muerte. Un engaño más. Así que seguirán matando los malos sin castigó. Porque en 1932 se volvió abolir tras la renuncia del presidente de gobierno de la primera República Nicolás Salmerón a los pocos meses de salir elegido como presidente alegando su renuncia razones ética por la negativa de firmar una pena de muerte. Franco la rescató en 1937 vigente para los delitos de sangre y terrorismo, pues como debía de ser, como dice el Argo popular " quien hierro mata, hierro muere" bajo mi punto de vista, es duro declarar, pero yo votaría para la restauración de la pena capital en estos delitos de sangre y terrorismo que están la vida de personas que no comparten la comunión del crimen  organizado. Volviéndose a la añorada primera República, me tengo que centra en la frase de Estanislao Figuera, que harto de los españoles de su época huyó de la presidencia, sin antes de dejar para la historia la célebre frase " Estoy hasta los cojones de todo nosotros", cosas que hoy en día ningún presidente del gobierno realiza a no tener la obligación de firmar una sentencia de muerte. Seguimos viendo más capítulo del documental Salió Baltasar Garzón, hablando de la liberación del secuestro más larga de la historia del funcionario Ortega Lara, en el registro de una nave industrial que no encontrar nada en más de dos horas y apunto de abortar el registro por parte del juez, ante la insistencia del capitán de la guardia civil asegurando que el trabajador se encontraba en este pabellón y así fue como se fijaron en una máquina sin anclajes en el suelo, al levantarlas dejaba al descubierto un zulo, unos minutos después aparecía un esquelético hombre muerto en vida. Más de un año estuvo encerrado en ese habitáculo insoluble. Me acordé de las declaraciones que hizo días después de su liberación, " estaba dispuesto a quitarme la vida".  El odio de la población hacia estos delincuentes seguía forjándose con mano duras, hasta que reventó meses después con el asesinato en frío de un joven chaval que el pecado que cometió es decirle a la cara en debate en el consistorio que sus miembro eran unos asesino y estlló la rebeldía del pueblo ante el asesinato injusto del joven concejal, salimos todos a la calle con ganas de sangre, un linchamiento de los terrorista a manos del pueblo que artos de sus fechorías ante la imposibilidad de nuestros gobernantes no hacía nada para solucionar nuestros problemas, que cada vez engordaban el caos de la supervivencia de la joven democracia. Al día siguiente terminó la serie, ante mi asombro le pregunté a mi hijo que no salió reflejado en el documental el atentado del puente de Vallecas en 1995. Me dijeron que si ya salió esos capítulos que me perdí antes de sentarme  unos días atrás, y le contamos nuestra experiencia con ese atentado que seguro nos hubiese alcanzado de llenó la onda expansiva, si no hubiese tomado la decisión de  salir de la fila en ese momento, pues la furgoneta blanca estaba dos coches detrás del nuestro, te hubieran truncado tu existencia con tan solo diecinueve meses de vida a mí me hubiese dado algo por no castigar a esos hijos de puta. Han pasado veintisiete años y todavía lo recuerdo como si fuera ayer y la discusión que tuvimos tu madre y yo por salir de la fila. Tienen que ser unos imbéciles y malnacidos en pensar que en este barrio vivió algún militar de renombre. Así que fueron a matar a trabajadores  en un barrio obrero,  volviendo al genocidio de unos cuantos fascistas bajo las capas de la ideología de la izquierda. Ese día como todos los días salía a las 14,00 horas del polígono industrial de Vallecas, cogía la M-40 y después la M-30 para salir a la calle costa rica para seguir Alberto Alcocer y Henry Dunant, la cordura y la sensatez hizo que este filántropo creará la Cruz Roja,  cosas que los malnacidos delincuentes pasarán a la historia como destructores y devastadores de vidas humana. Una vez recogido a tu madre y a ti, camino de vuelta costa rica, M-30 hasta el puente de Vallecas, que debajo de él, hacia el cambio de sentido para meternos en la primera a la derecha en la calle peña prieta, sería las tres menos cuarto menos diez, había muchísimo tráfico para entra a la calle por el lateral de la M-30, impedía la circulación la gran cantidad de vehículos aparcado en el lateral y hacia la curva donde se encontraban el coche bomba, en el Stop, para incorporar la calle arriba de peña prieta se encontraba los dos autobuses de la EMT y un tercero, el microbús en la parada, la esquina de la calle camino de valderribas de un solo sentido estaba vacía. Así que como iba con el tiempo justo en comer y marchar al trabajo en villa de Vallecas entraba a las dieciséis, una hora me quedaba y no avanzaba los coches, salí de la fila por el lateral de la M-30 y entré en la calle pastora Carlota seguí por la calle  Puerto de tarancón para meterme a la derecha por la calle Pilar Rueda, todo estos minutos tu madre no dejaba de gritarme por no haber tenido paciencia en la espera. Esa calle desemboca en la Avda de Peña Prieta, así que tuvimos que bajar unos metros para meternos a la siguiente calle  de la izquierda que era Alfonso XIII, nuestro destino final. Visualizamos por la larga calle de peña Prieta los dos autobuses de la EMT, que subían por la mitad de la calle. Al llegar a nuestro domicilio en el número once de la calle Alfonso XIII, tuve la suerte de encontrar aparcamiento en la misma puerta y sin hacer ningún maniobra, y entramos en casa antes de quitarnos los abrigos retumbó el edificio a consecuencia de una gran explosión que me imaginé que sería de algún piso, de la cuatro escalera que correspondía a la construcción de viviendas.  Saliendo otra vez a la calle vi la gran humareda negra,  al volver otra vez a casa se lo dije mujer que seguro que la explosión correspondía al edificio del Hipercor en Méndez Álvaro, cuando nos quitamos los abrigo sonó el teléfono. Mi cuñada se alegraba de que no nos pasó nada, pues ello eran conocedores de la ruta que llevamos a esa horas y que la explosión era un coche bomba que estalló en el puente Vallecas y que la casualidad fue que una unidad móvil de antena 3 estuviese a pocos metros del lugar. Así que me acordé de la canción de Víctor Jara de la vida pasa en cinco minutos, esos cinco minutos que me entraron las prisas y salí corriendo.  Aún así esos hijos de putas no tuvieron piedad con esos seis trabajadores muertos y diecisiete heridos, una cifra que pudo aumentar si la furgoneta blanca hubiese estado en medio de los dos autobuses. Días después mi vecina me contó que su marido se entretuvo mirando el escaparate de la ferretería y la explosión no le fue de llenó aún así subió a casa desencajado y lleno de rabia, aunque han pasado ya mucho tiempo  José aún recuerdo la bronca que me echaba tu madre por mi impaciencia, impaciencia que  puede salvarnos de un una violencia impuesta por unos señores que adoctrinan el terror como la causa definitiva a su posible problema de convivencia en esta Nación. A la llegada a la nave, mis compañeros me dijeron que también sintieron la explosión, a más de siete kilómetros del puente de Vallecas. Querían hacer lo más daño posible les dije, y así se confirmo, tanto miedo nos tienen a los trabajadores me pregunté, para tocar de llenó a este barrio y eso que no nos dejan tener armar, como decía Einstein " en ocasiones se tiene que dar un ejemplo atroz"


Enrique Manuel Hidalgo para El país de la piel de toro.  




Castello de Santa Bárbara,( Click) pinchando en la foto, te lleva a la asociación de castillos

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Me gusta leer, escribir, viajar y escuchar historias,disfrutar en cada momento de mi tiempo libre. En este País de la Piel de Toro, conocido por Estrabon en el Siglo IV, a.c.